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Catalina Gaete
radio-comunitaria
Cuatro son los grupos económicos que hoy dominan la radiodifusión en Chile, luego de la reciente adquisición del Grupo Luksic de las radios Horizonte y Oasis, a pesar de los reparos que manifestó en abril de este año la Fiscalía Nacional Económica. Según académicos y radioemisores, las radios comunitarias serían las mayores perjudicadas, junto a la ciudadanía, que ve trasgredido su derecho a la información, y los daños que transacciones como estas traen a la misma democracia.
La década del ´20 vio nacer en Chile, con fuerza inusitada, a la radiodifusión. Memorables radioteatros, noticias, comentarios políticos y presentaciones musicales nutrían largas horas de transmisiones, lideradas por locutores, artistas, técnicos y –por oficio- periodistas chilenos. Luego, en los años treinta, se constituyen más de 70 radioemisoras, entre las cuales se encuentran la Cooperativa, Agricultura y Hucke, que luego se llamó Nuevo Mundo. Estos medios de comunicación dejaron de manifiesto su importancia y eficiencia al erigirse como los principales canales de información y vinculación territorial durante el terremoto de Chillán en 1939 y la cobertura internacional de la Segunda Guerra Mundial.
Desde entonces, y contraviniendo la arremetida de la tecnología y la televisión, la radio ocupa un lugar privilegiado en los hogares. El terremoto de febrero de 2010 recordó su infalible rol comunicador e internet ha logrado fortalecer su cobertura mediante la transmisión online, el podcast y los diarios electrónicos que día a día mantienen itinerarios informativos para la ciudadanía. No por nada es la institución más confiable de Chile, con un 45,8 por ciento de las preferencias, según la Encuesta Nacional 2012 de la Universidad Diego Portales, por sobre Carabineros, la televisión, el Gobierno y la Iglesia Católica.
No obstante, al analizar la estructura de propiedad de la radiodifusión chilena quedan en evidencia las debilidades de nuestra legislación y la potencia de los grupos económicos, que hoy detentan el poder de informar y levantar agendas públicas.
Esta estructura de propiedad acaba de modificarse una vez más, cuando a fines de septiembre el Tribunal de la Libre Competencia autorizó a Canal 13, medio televisivo perteneciente al Grupo Luksic, a adquirir las radios Oasis y Horizonte, junto a todas sus repetidoras regionales. Todo a pesar de que en abril de este año, la Fiscalía Nacional Económica reconoció los "riesgos para la libre competencia y calidad de los servicios desde la óptica del pluralismo, dado un escenario de altos niveles de concentración".
Como detalla en la prensa Raúl Rodríguez, periodista y dirigente de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), "varios argumentos ponen en entredicho las acciones del Tribunal, que ha tenido como "política", en sus 9 años de existencia, visar compras, fusiones, absorciones, transferencias, sin mayores restricciones", pues con esta transacción, la concentración de la radio en Chile se reduce a cuatro actores de importancia: "Iberoamerican Radio Chile (Grupo Prisa) (11): Concierto, Activa, ADN, 40 principales, Imagina, Pudahuel, Futuro, Rock and Pop, Uno, FM Dos y Corazón; Grupo Copesa-Dial (6):Beethoven, Carolina, Duna, Disney, Paula y Zero; Grupo Luksic (4): Horizonte, Oasis, Play y Sonar; y Grupo Bezanilla(3): Tiempo, Romántica e Infinita".
Eugenio González, director de la Radio Congreso de Valparaíso, y presidente del V comité de la Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI) lamenta que "capitales tan grandes entren creando su propio complejo radial, ya que nosotros, las radios regionales, seguimos sufriendo, porque son radios con mucho dinero, con mucho capital detrás. No podemos competir con ellos y se nos pone más difícil a las radios regionales", señaló, refiriéndose a la lucha que dan las radios locales y comunitarias por acceder a las concesiones y sostenerse en el tiempo.
Para Faride Zerán, directora del Programa de Libertad de Expresión de la Universidad de Chile, "se habla de colusión con las farmacias, pero se obvia cuando se trata de medios de comunicación, cuando se trata del pensamiento y el derecho a la información de todos los chilenos". En ese sentido, la periodista asegura que "estamos en un mundo bastante anacrónico, muy perjudicial para valorar una democracia que se mide por la fortaleza de sus medios de comunicación".
En efecto, como continúa Raúl Rodríguez, el "Grupo Dial-Copesa ya cuenta con señales televisivas, radiales y diarios; Grupo Luksic aumenta penetración en radio sumada a su presencia en televisión; y Grupo Bethia con Mega entró al mercado radial con la señal de Candela". En este espacio, los medios comunitarios, aquellos levantados y forjados por la ciudadanía, se encuentran en clara desventaja. Un panorama adverso, según Faride Zerán, pues "esos medios de comunicación comunitarios están construyendo ciudadanía en la medida en que los temas y problemas de la gente son llevados a ese espacio de lo público y son debatidos. Es muy importante porque va constituyendo un tejido que nos hace tener una ciudadanía más empoderada", señaló.
Así, una sociedad que desde hace unos años ha acumulado cierta fuerza para irrumpir en las calles, encuentra hoy en el derecho a la información, a la libertad y pluralidad de puntos de vista también una necesaria conquista. Una batalla que muchos radio emisores dan a diario, como Eugenio González en Valparaíso, quien declara orgulloso que "con un corazón grande y una vocación tremenda nosotros seguimos luchando".
 FUENTE: Diario Electrónico y escudo Universidad de Chile

 Via Yimber Gaviria, Colombia.
 

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