"La radio es, con creces,
la mejor escuela de vida"
(Dimitri Gusti)
Emilio me honra con la petición para el comentario invitado del boletín, aunque el momento no sea el más apropiado (falta de tiempo al final del trimestre escolar), así que hay que hacer un hueco para pode responder a este CQ tan especial.
Me inicié en la escucha en los años cincuenta cuando siendo un crío me quedaba dormido en la mesa camilla en aquellas largas noches invernales a mil metros de altura en mi terruño granadino cuando mi padre escuchaba, noche tras noche, las míticas voces de REI, RFI (entonces Radio París), BBC o las diferentes capitales de los países del telón de acero. Por supuesto tampoco faltaba RNW o el mítico programa infantil "Tía María" que salía desde Monte Carlo a través de las emisiones religiosas de la TWR que daba una visión diferente a la de otras emisoras de carácter religioso.
A veces me permitía trastear en el viejo TELEFUNKEN que, con su ojo mágico, hacía las delicias de la chiquillería (generalmente los seis hermanos y los tres primos del piso superior de aquella casa a las afueras del pueblo camino del río que tanto nos divertía cuando comenzaba a calentar el sol) y que en ocasiones me permitían escuchar otras voces y otras latitudes. Para mí fueron los años dorados de la onda corta, aquellos que me formaron y me cultivaron, como bien dice la frase que encabeza este texto.
A los doce años recibía mi primera QSL, comienzos de los sesenta, llegó desde Holanda pues entonces la Estación de la Alegría amenizaba muchas de las mañanas dominicales en las que el rigor climatológico nos llevaba hasta el brasero bien calentito. Sin darme cuenta, aquellas tarjetas me llevaron a convertirme en diexista en el más amplio sentido de la palabra y cada noche me permitía "cacharrear" con aquel viejo receptor: era todo un reto, y rápidamente teníamos casi todos los países de Europa confirmados gracias, en la mayoría de los casos, a las transmisiones en lengua española. A veces, cuando mi hermano mayor regresaba de sus estudios en la capital, lo mareaba para que me preparara algunos informes de transmisiones en inglés y francés, de esa manera a veces le hacía quedarse conmigo para seguir la estela de la radio y me ayudaba a redactar la correspondencia en esos idiomas para poder llegar a otras emisoras que no empleaban la lengua de Cervantes.
Un lustro después participaba en los concursos, inicialmente en uno que cada mañana salía al aire desde Radio Sevilla, lanzaban su pregunta y a la tarde me marchaba más contento que unas pascuas a la biblioteca que ya me había "atrapado" con una de las mejores obras escritas por Rudyard Kipling. ¡Hala, a contestar la pregunta! Había que intentar conseguir algún premio pero... ¡nunca llegó nada de la emisora hispalense! Luego vino otro "Hay aventura, juega tú también" que comandaba el bigotudo Iñigo que en aquella época lucía una melena extraordinaria estilo panteras negras norteamericanas, eran los tiempos anteriores a su paso a la caja tonta. La aventura llegó lejos, pero no se hizo con el premio estelar que lo logró un muchacho algo mayor que yo y residente en Fernán Núñez, vivía en su silla de ruedas y cumplió su sueño de ser recibido por el Santo Padre. Mi aventura de ir a cazar yacarés a la "Ciénaga de Zapata" (Cuba), quedó en el camino, imagino entonces costaba lo suyo y también estaba el contenido político puesto que el régimen comunista no siempre era bien visto por las autoridades españolas de la época.
Poco después llegaba el servicio militar, la ETEA me dejaba en una posición extraordinaria para la radio; con la célebre Marcha Verde adquiría el Grundig Satellit 2000 que, en aquella época resultó un receptor de excelentes prestaciones: emisoras de todos los continentes y QSL que pronto llenarían varias cajas. En un par de décadas más de 200 países confirmados y exóticas capturas que quedaron reflejadas en los diferentes boletines de la época. También tuvimos los encuentros del EDXC en España que nos colocó en la cima del DX mundial cuando algunos de los boletines consiguieron una calidad que envidiaban revistas profesionales aunque, también es cierto, levantaron algunas ampollas que todavía hoy supuran.
Fue una etapa en la que los concursos depararon lo mejor (en total seis viajes con todos los gastos pagados y unas inolvidables vivencias) material y emocionalmente hablando, aunque en esa época combinaba trabajo y estudios universitarios en la UB, pero la radio seguía deparando momentos inolvidables a pesar de los agoreros de turno, entre otros los tres años de RADIOACCIÓN en Radio Juventud de Barcelona (RCE). Las emisiones en español permitían hacer recopilaciones de más de 60 páginas y casi un centenar de países en el aire.
La década de los noventa significó el ocaso: se apagaron las reuniones, se perdieron los clubes aunque aún estén activos, la magia de la camaradería se perdió y con ello lo más importante a nivel humano. Grandes voces dejaron el éter y, a pesar de prometernos "un mundo feliz", radialmente hablando, hemos de decir que es una verdadera vergüenza: algunos monstruos de las ondas internacionales fueron barridos por las nuevas tecnologías que ellos mismos habían ayudado a popularizar, de lleno la gran contradicción, lo peor: año tras año han ido desapareciendo aquellos faros que sembraron el mundo con ganas de libertad y democracia. Para los españoles, una de las primeras voces que dejó el éter fue RADIO ESPAÑA INDEPENDIENTE, Estación Pirenaica que transmitía desde Bucarest, recientemente nos dejaba Jordi Solé Tura -con quien coincidí en algún viaje al Este- que fue, sin duda, una de las grandes voces de la radio española y, tras su fallecimiento, apenas se cita ese hecho en las necrológicas que difundieron el mismo día de la Constitución que con tanto esfuerzo él contribuyó a redactar. Prácticamente como si su paso por la radio hubiera sido una simple anécdota, pero los que apenas comenzamos a entrar en el mundo adulto, aquellas emisiones nos acompañaron y nos enseñaron principios que hoy son alegremente pisoteados por quienes debieran guardar como uno de los más grandes tesoros del hombre: SER LIBRES, con pensamiento libre, crítico y constructivo... También desaparecieron La Voz de Canarias Libre MPAIAC que lo hacía desde Argel o Radio Euskadi que transmitía desde Venezuela... ¡Por citar la parcela ibérica, aunque hubo muchas más que nos hicieron conocer otras realidades y otros mundos que ya no están entre nosotros...! Por lo visto los políticos del momento tenían prisa en desmontar un sistema que funcionaba, pero que le podría acarrear problemas en sus territorios, por lo tanto, periodismo adocenado y dormido, antes que periodismo crítico y veraz que defendía, sobre todo, la pluralidad ante la estulticia. Lo único que han conseguido es un mercado de productos no siempre de calidad y todos hemos perdido calidad informativa y programática, sustituida, muchas veces, por la más vergonzosa propaganda panfletaria.
El hecho se nota, sobre todo, cuando conectamos la radio y vemos que las noticias se parecen como dos gotas de agua, aunque tengamos países que le confieren un plus de exotismo y calidad a sus transmisiones, algunos, incluso, con una atención extremadamente exquisita con la audiencia, entre estas tendríamos que destacar Radio Praga, sin duda una de las mejores a la hora de atender el correo del oyente.
El fantástico mundo de las bandas tropicales es ahora prácticamente un páramo, al menos en mi QTH habitual el ruido, a veces, hace inutilizables amplios márgenes de las bandas internacionales de radiodifusión en la onda corta en donde, año tras año, se clausuran centros de transmisión con una alegría inusitada... Después se quejan cuando algún país "desconecta" los servidores de Internet e imposibilita el libre fluido de las comunicaciones... al margen de que siempre te tienen controlado, algo que era materialmente imposible con un receptor de radio. ¡Orwell no se lo creería! Por suerte hay países emergentes que todavía valoran el medio y el poder de atracción de la radio, pero esa es una parcela más dura de digerir porque los idiomas son extraños a los oídos de un europeo.
Otro tanto nos ha ocurrido con la onda media o la onda larga, aunque de noche, si la propagación se abre, la sorpresa pueda ser mayúscula porque algunas emisoras estatales del continente europeo que antes no aparecían, suelen estar en esos fragmentos que no siempre son tan populares entre los radioescuchas, pero si hay propagación uno se siente como un crío, feliz del "excepcional regalo de los Reyes Magos" cuando las bandas se abren y nos dan oportunidades que, evidentemente, nunca tendremos con los más modernos medios.
La radio sigue siendo fiel compañera, aunque la edad haga que aquellos madrugones de antaño no sean posibles, quizá porque ya no hay ese aliciente añadido de los más exótico, los más lejano o lo más novedoso... aunque siempre logras encontrar emisoras que te hacen soñar con países lejanos y disfrutar de programas que nada tienen que ver con la radiodifusión española al uso y eso, amigos, es uno de los grandes regalos que todavía nos ofrece la radiodifusión a poco que uno quiera entretenerse en "buscar" en esos espacios en blanco que nos ofrece el dial que hace que los valoremos aún más ante la etapa de atontamiento colectivo en la que nos encontramos.
Gracias por invitarme y espero seguir disfrutando del boletín, de los amigos del éter y de la radio en general durante muchos años más. Cordiales 73,s a todos y lo mejor en el 2010 en donde espero que la propagación nos ayude a disfrutar de nuestras cacerías nocturnas en busca de otras fuentes, otros ritmos, otras voces.
JUAN FRANCO CRESPO
(lacandon999@yahoo.es)
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