Durante la última década aumentaron las propuestas que representan una alternativa a la programación lírica del Colón de Buenos Aires y del Argentino de La Plata.
Siempre se consideró que la ópera era un arte que estaba destinado a minorías, especialmente de una determinada clase social y muy relacionada con un poder adquisitivo elevado. Al menos así quedó confirmado por la escasa producción lírica local, que estaba limitada exclusivamente a la órbita oficial, como el Teatro Colón o el Argentino, por poner un ejemplo.
Esta relación con el Estado tenía su ventaja y su desventaja. La ventaja radicaba especialmente en la posibilidad de contar con un aparente presupuesto para producir, y la desventaja, en la imposibilidad de contar con el presupuesto mínimo y necesario para cumplir con una programación anunciada. Otra de las grandes contradicciones argentinas.
Porque, ya a esta altura de la democracia no nos vamos a engañar, en la esfera gubernamental, a nadie interesa una política cultural. La cultura sirve para dar brillo a los eternos figurones que pugnan por sobresalir en una foto, pero debajo de ese barniz sólo hay indiferencia y preocupación por el dinero que hay que invertir en ese rubro.
Tenemos conservatorios, maestros y directores de música, y sobretodo potencial humano para llevar el talento argentino a todas partes. Pero, siempre hay otras urgencias... y la cultura no es prioritaria.
Pero lo que no tienen en cuenta los políticos es que el arte no se impone por DNU, ni está limitado a un espacio determinado, ni a un formato especial, porque los sempiternos receptores de cultura, público y cultores, más allá de las diferencias sociales, siempre están ávidos de un poco más para alimentar el espíritu. Y sobre esto hay gente que sabe mucho, pero nunca está en la política.
Y es allí donde la iniciativa privada tiene su mayor éxito.
Limitándonos al perímetro porteño, hace diez años se conformó una asociación civil sin fines de lucro, Juventus Lyrica, que quiso "ofrecer oportunidades a los artistas jóvenes, para convertir a la ópera en un género accesible para todos y generar un espacio alternativo y de excelencia artística para la ópera en la Ciudad de Buenos Aires". Estos objetivos se tradujeron en la producción de 61 óperas, con la participación de noveles 1255 artistas y la asistencia de 100.000 espectadores a la sala del teatro Avenida.
En el mismo nivel y con las mismas intenciones, desde 2003, otra entidad sin fines de lucro, Buenos Aires Lírica, viene ofreciendo otra alternativa similar con ciclos de abonos de cinco óperas, llegando a un total de 30, que se ofrecieron también en el Avenida.
Otra variante es la Compañía de las Luces, que nació en 1999 a partir de la puesta de Orfeo ed Euridice de Gluck, en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Desde entonces, el grupo compuesto por solistas, coro y orquesta de instrumentos barrocos, fue consolidándose en el campo del teatro musical de los siglos XVII y XVIII. Desde 2003 se presenta en el Museo Nacional de Arte Decorativo.
A partir de una idea de la soprano Adelaida Negri, en 1997, se creó la Casa de la Ópera de Buenos Aires para ayudar a difundir el arte lírico, impulsar a los jóvenes intérpretes y dar a conocer óperas de distintos períodos, con especial énfasis en el "belcanto" italiano.
Los medios audiovisuales representan otra alternativa y no son productos menores. Por ejemplo, la Metropolitan Opera House ofrece a 900 salas en 41 países, la oportunidad de recibir por intermedio de una transmisión vía satélite, en directo, la temporada lírica de la sala de Nueva York, con imágenes de alta definición, captadas por 13 cámaras. Si bien en su comienzo la transmisión se realizaba en el Teatro 25 de Mayo, dependiente del gobierno de la ciudad, en la actualidad está a cargo de la Fundación Beethoven y se emite los sábados en los teatros El Nacional o el Coliseo.
El mismo día, pero por Radio Nacional Clásica (FM 96.7) se puede oír la misma producción, con buena fidelidad sonora y una muy buena traducción en el estudio de la emisora de las entrevistas que se realizan en inglés. Cuando finaliza la temporada, en ese mismo espacio está Una tarde en la ópera , que emite títulos completos todas las semanas. Además, durante todo el año, Radio Nacional Clásica tiene Un programa de ópera , íntegramente dedicado al género lírico, conducido por Marcelo Lombardero (domingos de 21 a 23). Aunque es una radio que debería tener alcance para toda la población, la invasión de la frecuencia de FM por otras emisoras más potentes hace que la recepción sea deficiente en algunas zonas de la Capital.
En el orden local, LS1 Radio de la Ciudad (AM 1110) tradicionalmente es la responsable de transmitir las funciones de ópera que se realizan en el Colón. También está Operayre , que se emite por Radio Cultura (FM 97.9), los domingos, a las 11, y que ya cumplió 500 programas.
Pero también hay más, Ópera Club , a cargo de Roberto Blanco Villalba (los sábados, a las 23, por Radio Cultura), lleva 15 temporadas de videos líricos, en la Associazione Nazionale Italiana, donde se reproducen las últimas producciones que se presentan en escenarios italianos.
Y no se puede dejar de considerar el canal de cable Film&Arts que todos los sábados incluye diferentes títulos líricos en su programación, con importantes elencos, directores y orquestas, que luego se repiten en otros horarios.
Además hay que contar con las presentaciones esporádicas de veladas líricas que preparan organizaciones como Gala del Mar Zurich, como sucedió este mes en Mar del Plata; La Manufactura Papelera, organizado por Luis Camilion; Fundación para la Música, presidida por Eduardo F. Casullo. No se termina aquí la lista como así tampoco el gusto por un arte que también cumplirá el bicentenario en nuestra ciudad y cada vez se hace escuchar más.
Por Susana Freire
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1227802
Via Yimber Gaviria, Colombia
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