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Acceder a internet o conectarse a una red mediante radios inteligentes puede ser una solución para evitar futuros problemas de sobrecarga de las redes inalámbricas

alba arnau - Domingo, 7 de Marzo de 2010 - Actualizado a las 08:09h.

barcelona

LA imparable evolución de la tecnología de estos últimos años provoca demasiado a menudo que los productos y servicios que ofrecen las grandes compañías a los usuarios queden obsoletos en poco tiempo y la previsión de las novedades que se aproximan obliga a los expertos a idear soluciones para problemas que todavía no se han materializado. El acceso a internet, por ejemplo, se ha convertido en algo cotidiano para la mayoría de personas, pero la posibilidad de hacerlo desde cualquier rincón empieza a extenderse con más fuerza ahora. Dentro de poco las neveras de nuestras casas tendrán la capacidad para hacer la compra y autoabastecerse mediante la red de redes. Pero, como en todo, los excesos tienen sus consecuencias y las conexiones pueden empezar a colapsarse por el mal uso de sus canales.

 

Actualmente para acceder a internet desde nuestras casas o puestos de trabajo utilizamos la tecnología wifi, un sistema que nos pareció revolucionario cuando llegó pues desterraba para siempre los engorrosos cables que iban del ordenador al modem y del modem al teléfono. Fue todo un adelanto descubrir que si disponíamos de un ordenador portátil podíamos conectarnos también desde la cafetería de la esquina, desde los pasillos de la universidad, o incluso desde el césped del parque de enfrente de casa, siempre y cuando consiguiéramos estar al alcance de alguna señal. Sin embargo, esta proliferación es la culpable de las molestias de las que nos aquejamos ahora: señales débiles, velocidades muy lentas, coberturas limitadas o desconexiones continuas. Estos problemas se agudizan para aquellos que utilizan tecnologías en tiempo real como las videoconferencias, streaming, voIP.

 

Los expertos en la materia hace tiempo que estudian este fenómeno y han empezado a encauzar posibles soluciones. En la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) existe un grupo de investigación llamado Kison (K-ryptography and Information Security for Open Networks) dirigido por el Doctor David Megías Jiménez que sigue, entre otras, una línea de investigación encabezada por la Doctora Helena Rifà, que estudia cómo evitar de forma permanente este tipo de problemas que incomodan a los usuarios de internet. El problema actual radica en que los canales del rango de frecuencia en los que cada uno emite y recibe información a través de internet no están delimitados, es decir, es posible que dos usuarios estén emitiendo por el mismo canal o el contiguo y, por lo tanto, los respectivos ordenadores reciban demasiadas señales que al final no puedan reconstruir.

El resultado: la red se colapsa. Sería comparable a las autopistas, cuando todos los automóviles van por el mismo carril, y el tráfico es denso, al final se forman atascos, y si además se eliminaran las líneas continuas que delimitan los márgenes el problema sería mayor.

 

Esto también ocurre con los canales por los que se emiten las señales de wifi, se solapan unas con otras y la información no se transmite correctamente porque se distorsiona. La solución sería lograr que los canales que conforman el espectro radioeléctrico estuvieran suficientemente separados. En realidad esto ya se ha conseguido, pero con el tiempo, los expertos vaticinan que se volverá a caer en el mismo problema.

 

A corto plazo ya existe una solución, es el WiMAX. En Euskadi está bastante extendida sobre todo en núcleos rurales en los que la señal de wifi no llegaba correctamente. Ambos sistemas son parecidos, transforman las señales de voz y datos en ondas de radio dentro de la antes citada banda de frecuencias. Sin embargo WiMAX ofrece hoy por hoy algunas ventajas, como son un mayor radio de cobertura, más velocidad y una infraestructura menos agresiva.

 

Esta tecnología en su versión fija es la que ya está puesta en marcha, pues solo requiere de la instalación de una estación base con un repetidor, mientras que la versión móvil todavía está en fase de desarrollo puesto que para emitir por el canal que utiliza necesita una licencia del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

 

El grupo Kison, por su parte, desarrolla una línea de investigación basada en una visión alternativa de la arquitectura hasta ahora establecida en las tecnologías de redes inalámbricas para acabar de una vez por todas con el problema de la saturación de los canales. Especialistas de diferentes países han destacado que hay bandas del espectro radioeléctrico que están sobrecargadas, como por ejemplo las de radiodifusión, y otras que, por el contrario, apenas están siendo utilizadas. Otra de las conclusiones que se puede extraer de estos trabajos es que la ocupación de algunas frecuencias está fuertemente ligada al espacio tiempo y lugar. El ejemplo sería el de una empresa que sólo emite señal en horario laboral, el resto del tiempo, el espacio que ocupa su señal estaría en desuso; o la de un pueblo al que no le llega la señal de televisión por motivos orográficos. Por este motivo los estudios de Kison se encaminan hacia un sistema que sea capaz de analizar el espectro radioeléctrico, localizar bandas que no se estén utilizando y emitir por ellas, siempre y cuando sea posible con la máxima seguridad. Esta tecnología ha sido bautizada como radios cognitivas, es decir sistemas de transmisión de datos a los que se les aplican algoritmos de inteligencia artificial que les permitirán por sí mismos tomar la decisión de emitir o no por determinadas bandas y detectar usuarios.

 

Radios cognitivas El uso de estas bandas viene determinado por el tipo de emisor que se considera primario, si es un usuario con licencia, como por ejemplo cadenas de televisión y de radio oficiales que necesitan de un permiso específico del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para llevar a cabo su labor, y secundario si se trata de cualquier persona que no tenga licencia para emitir y recibir señales en dicha banda, es decir, los usuarios finales en general.

 

El objetivo de los investigadores es lograr que los datos dejen de viajar por bandas y canales preestablecidos y fijos y utilicen los espacios libres que algunos usuarios no ocupan en momentos concretos. La intención sería optimizar todo espectro radioeléctrico: utilizar hasta el mínimo resquicio permitirá aumentar la eficacia de las nuevas tecnologías y de las conexiones del futuro.

 

Fuente: http://www.deia.com/2010/03/07/sociedad/euskadi/las-conexiones-del-futuro

Via Yimber Gaviria, Colombia


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