La aparición de RPP TV y Willax indican que el negocio de la información promete. Habrá nuevas tecnologías, pero quizá los mismos contenidos.
Por Ricardo Uceda
Manuel Delgado Parker, que preside el grupo, y sus hijos Hugo y Frida ejecutores del proyecto televisivo. |
Radio Programas del Perú ha anunciado la salida de su canal de cable para los usuarios de Cable Mágico. En Internet es posible apreciar la transmisión de un nuevo canal de noticias, Willax, emitido por Agenciaperú y dirigido por los esposos periodistas Gilberto Hume y Cecilia Valenzuela. Willax se podrá ver también en un canal de cable de Telmex, y por otro de Cable Mágico. No hace mucho los canales de señal abierta Frecuencia Latina y ATV lanzaron noticieros matutinos. Hay un boom de noticieros. Con diferentes rostros y distinta suerte en el rating, informan básicamente acerca de lo mismo y con una orientación estandarizada, difícil de diferenciar. En el negocio de la televisión existe la convicción de que un área informativa es decisiva para la imagen y las ventas de publicidad. La tendencia a un mayor número de noticieros seguirá en los próximos años, pues el tránsito a la TV digital permitirá más canales.
En diversos análisis especializados se ha señalado que la inversión publicitaria en la televisión, especialmente en la de señal abierta, aumentará en volumen y precios, en beneficio de los canales. Las tarifas, además, están retrasadas respecto de otros países. De modo que hay un inequívoco estímulo comercial en el lanzamiento de noticieros. Aunque los dos nuevos canales informativos por cable mencionados no representarán un negocio millonario en sí mismos —las diferencias de ingresos por venta de publicidad con los canales de señal abierta son cuantiosas—, hay muchas empresas dispuestas a pagar más anuncios en espacios informativos.
—Evaluamos nuestras fortalezas y el crecimiento del mercado de suscriptores y de publicidad por cable en Lima y provincias —dice Frida Delgado, una de las líderes del proyecto, mencionando las premisas que lo justificaron.
De modo que el ciudadano tendrá más noticias. ¿Pero mejor información?
RPP estaba en el cable hace 11 años, pero no había hecho más que poner una cámara a La Rotativa del Aire y Ampliación de Noticias. Ahora va a llevar sus programas y sus periodistas a la televisión. Esa es la apuesta: la radio a la televisión.
Será una propuesta multimedia, en la que uno podrá ver la televisión en Internet y en el cable —como en Willax (véase el recuadro "El caso Willax")— y que se basará en la poderosa red informativa de RPP. Actualmente tiene la cuarta web más visitada, que se beneficiará ahora con los materiales de la cobertura televisiva. Así las cosas, la aparición de RPP en el cable probablemente no será espectacular en lo periodístico pero la gran pregunta es si terminará desplazando a El Comercio del primer lugar entre páginas web. Hoy tienen la cuarta página más visitada. Otra pregunta es si logrará mayor sintonía que Canal N. Toda la tecnología de RPP TV será digital.
—Seremos informativos, como en la radio. Informar es lo nuestro. Nada de espectáculos ni entretenimiento —dice Manuel Delgado Parker, quien preside un grupo de siete radios que hoy representan 20% del número de estaciones del espacio radioeléctrico, el máximo permitido por la ley. Salvo Radio Capital, que es periodística, las restantes son musicales. El grupo RPP, junto con Corporación Radial del Perú, de la familia Zavala (Ritmo Romántica, La Inolvidable, Radio Mar…) son los principales protagonistas del negocio en Lima.
En los años cincuenta Manuel era administrador de Radio Panamericana, fundada por su padre, Genaro Delgado Brandt. Cuando los Delgado y los Lindley comenzaron a operar Canal 13, en 1960, pasó a trabajar allí como sus hermanos mayores Genaro y Héctor. Dos años después, dejó su puesto de ejecutivo de ventas en el canal y volvió a la radio. En Panamericana Televisión mandaría completamente Genaro Delgado Parker sin dejar espacio para nadie más.
Era la vuelta a un proyecto que no prometía grandeza. Radio Panamericana estaba encerrada en Lima. Seis años atrás no había podido obtener una licencia definitiva para que su programación se retransmitiera en varias ciudades. Manuel Delgado Parker rescató esta idea y obtuvo la licencia, pero cambió la fórmula original. Inicialmente querían hacer la retransmisión en onda corta, a través de estaciones repetidoras en todo el país. Ningún competidor radial tendría esa llegada a las provincias, pero el sonido sería deficiente. Entonces decidieron grabar la programación en una cinta magnética y llevarla luego por cualquier medio a su destino. Así nació RPP: más que una emisora, una productora de programas que abastecería a estaciones afiliadas.
El método implicaba una trabajosa artesanía para, primero, grabar 12 horas diarias en menos de 12 horas, lo que lograron con unas duplicadoras Ampex de última generación. Luego, había que repartir a tiempo todo el material a 12 ciudades. Esto obligaba a grabar toda la programación con 48 horas de anticipación. Con un riesgo: que los oyentes no sintieran que se transmitía "en vivo". Pero se logró. A las diez de la mañana, a nivel nacional, la gente escuchaba Doctora Corazón, con dramatizaciones de problemas amorosos. Luego, radionovelas, el plato fuerte. Por la noche, programas cómicos. La jornada cerraba con una estrella de la canción.
La simultaneidad fue el sello de Radio Programas en esos años y lo siguió siendo después, cuando decidió volcarse a una programación informativa, abandonando la de entretenimiento. En 1980 Manuel Delgado Parker le pidió a Justo Chávez, entonces redactor del diario Expreso, que dirigiera un área informativa. Chávez buscó a Dennis Vargas, por entonces narrador de partidos de fútbol.
—Me han pedido dirigir el informativo de una radio —le dijo a Vargas—. Pero yo no sé nada de radio. ¿Por qué no me ayudas?
Y una mañana ambos fueron a buscar el local de RPP, que no conocían, y empezaron a trabajar de inmediato. En realidad, Chávez se fue a Expreso y Vargas se quedó todo el día. Aun en la radio se leían periódicos en lo que se llamaba espacios informativos. No se buscaba noticias. Finalmente Vargas fue nombrado director, porque el destino de Chávez era morir en los medios impresos. En cambio Dennis Vargas no había dejado un día la cabina de una radio desde que ganó un campeonato de transmisión de partidos de fútbol en el Cusco, cuando tenía 13 años.
Empezó un RPP radicalmente diferente, una radio de noticias. Durante los últimos veinte años, solo noticias y programas periodísticos. Es una de sus dos características. La otra es la de ser una voz nacional que se escucha en todas partes. El concepto de su eslogan realmente pegó: "Una sola voz". Ahora tendría que ser "Una sola imagen a la vez", para trasladar el liderazgo informativo a la televisión.
Ahora bien, ¿hay más noticieros porque la gente necesita mayor información? Así como las televisoras saben que son una fuente de publicidad, también tienen constancia del interés de la gente por informarse. En el rating general, después de las telenovelas Al Fondo hay Sitio y Mar de Amor (América TV) y de Magaly TV (ATV) —en el segundo lugar— viene un noticiero. Desde hace varios años América Noticias lleva largamente la delantera a los programas de su tipo, pero, si uno observa atentamente, verá que un 60% del contenido es el mismo que el de 90 Segundos (Frecuencia Latina), 24 Horas (Panamericana Televisión) y ATV Noticias. El formato es pasar incesantemente noticias de minuto y medio sobre lo más destacado del día y sobre lo que prefiere ver la gente.
Los editores conocen en qué minuto el televidente se fue de su programación. Una entrevista, por ejemplo, puede provocar una huida, y por eso tienen mucho cuidado en hacerlas solo cuando es indispensable y fugaz. En cambio se quedan pegados ante los policiales y las tragedias: una niña abaleada, un bus que se cayó al precipicio. Les hipnotizan las noticias sobre abusos contra la gente, por ejemplo alguien a quien no atendieron en un hospital pese a que había pagado el SOAT. Política sí, siempre que haya sido noticia del día. Nada de abstracciones, todo muy rápido; no se puede pestañear.
En suma, los editores saben que por la noche la gente quiere que le cuenten todo velozmente antes de irse a dormir. Y que, al levantarse, mira los noticiarios según su horario de salida a la calle. Hay noticias desde las cinco de la mañana para los que trabajan y hasta las diez y media para quienes se quedan en casa. Tres bloques: actualidad, deportes, espectáculos. Los canales Frecuencia Latina y ATVsacaron noticieros en la mañana porque podían pescar más audiencia que antes. Aunque el líder Primera Edición, de América TV, les lleva por muchos cuerpos la delantera, lo lograron. Los que ya estaban en la mañana no perdieron sintonía. Conclusión: la gente puede ver más noticias.
Pero la televisión le da datos a la gente, solo a veces información. En un noticiero es muy raro que una nota dure más de tres minutos. Este vacío lo cubren en parte espacios de entrevistas de las 11 de la noche, y los programas dominicales. En la televisión no hay debate, y tampoco es que la gente o los anunciantes lo exijan demasiado. En cambio el televidente que tiene cable puede buscar una información de mayor profundidad: entrevistas, debates, información todo el día. Esa es la lógica que sostiene que RPP, cuyo fuerte son las noticias, vaya a la televisión. Parece obvio que tiene que dar mucho más que lo que ahora transmite la radio para ser preferido al N.
Manuel Delgado Parker regresó a la televisión en 1990, cuando, tras la ruptura con su hermano Genaro —quien con su parte se fue a desarrollar la telefonía celular— condujo Panamericana Televisión durante el primer gobierno de Fujimori. A diferencia de Genaro, que estaba en su salsa en un canal, Manuel se sentía incómodo con los protocolos habituales que sigue la televisión con el poder en el Perú. Al régimen de Fujimori no le importaba tanto tener a su lado a la radio como a la televisión. Manuel tuvo tensiones en Panamericana como no las tuvo nunca en RPP. Por ejemplo, la noche del 5 de abril de 1992, el día del golpe de estado de Fujimori. Era domingo.
A medianoche, estaban en Panamericana Manuel, Alejandro Guerrero, Jaime Bayly, Guido Lombardi. Ya se había transmitido el célebre mensaje de Fujimori, y Bayly le increpaba a Delgado Parker no haberles dicho lo que sabía desde hace algunas horas, luego de su visita al Pentagonito, donde los militares les explicaron lo que iba a pasar a algunos dueños de medios. Manuel explicó que los problemas eran tan grandes que se justificaban medidas extremas. Bayly anunció que dejaba Panamericana.
No, RPP era otra cosa. Esa misma noche Dennis Vargas, el director periodístico, supo que tenían que ponerle el micrófono a todo el mundo. Guido Lombardi —que "dupleteaba" entre Panamericana y RPP— también. Al día siguiente fueron entrevistados en la radio Ramírez del Villar, Borea y otros miembros de la oposición. En su fuero interno Manuel apoyaba el golpe, pero la radio lo disimulaba mucho mejor. En la televisión era imposible.
En la televisión, además, las presiones son mucho mayores. Lo máximo en la radio puede haber sido que Jaime Yoshiyama llamara a Guido Lombardi, recién nombrado director periodístico, para pedirle que no cambiara al reportero de RPP en Palacio de Gobierno, decisión que se mantuvo pese a la llamada y pese a que al final Yoshiyama insinuó que RPP podía perder primicias. En Panamericana, en cambio, el asesor presidencial Manuel Borobio podía entrar al set en el que Lombardi entrevistaba a Fujimori para decir. "Esta pregunta no". El tema era una denuncia de Susana Higuchi, ya peleada con su marido. Lombardi, que es un hombre cortés, preguntó entonces, en voz alta: "¿Quién ha dejado entrar a este cojudo?".
En RPP, como en Panamericana, nunca se ha tratado mal a los presidentes. Manuel y su hermano Genaro tienen estilos distintos de tratarlos, y al respecto vienen al caso dos citas. La primera es del libro de Mario Vargas Llosa El pez en el agua, referida al segundo: "desde que trabajé con él como periodista, aún adolescente, en Radio Panamericana, había sentido una irremediable simpatía por Genaro; pero siempre tomé con un grano de sal sus declaraciones de amor político. Pues creo conocerlo bastante para saber que su gran éxito como empresario se ha debido no solo a su energía y talento (que tiene de sobra) sino, también, a su genio camaleónico, su habilidad mercantilista para nadar en el agua y el aceite y persuadir al mismo tiempo a Dios y al Diablo que es hombre suyo".
De Manuel es decidora una cita de él mismo. En una entrevista concedida a la periodista Mávila Huertas para su libro Los reyes del mambo, dijo:
—A ver... Dentro de una visión de desarrollo continuo, los tres últimos presidentes elegidos por el voto popular han sido, en mi criterio, los mejores en por lo menos los últimos cien años de nuestra vida republicana. Es decir, Alberto Fujimori, Alejandro Toledo y Alan García Pérez.
El caso Willax: de la Red al cable
Cuando Cecilia Valenzuela dirigía La Ventana Indiscreta en Frecuencia Latina, lo hacía desde una empresa llamada Agenciaperú. Detrás estaba su esposo, el periodista Gilberto Hume, que organizó Canal N en el 2000. Hicieron una página web, agenciaperu.com, y buscaron un elemento que los diferenciara de web líderes como la de El Comercio o RPP. ¿Qué podía ser? Meter la televisión a la web. Hasta entonces, la página era híbrida: tenía reportajes de La Ventana Indiscreta y algunas notas de actualidad. El cambio fue que sus reporteros salieran a la calle a cubrir noticias y enviaran sus imágenes, que aparecían con textos mínimos. En algún momento descubrieron que diariamente cubrían una cantidad de noticias no mucho menor que el N o RPP.
Se dirá que muy pocos los veían en la web. Cierto, pero el tiempo demostró que el cambio fue trascendente.
Cuando el programa dejo de salir, en diciembre del 2008, agenciaperu.com se dedicó únicamente a cubrir noticias y a transmitirlas. Al mismo tiempo montó un negocio de talleres de periodismo que no funcionó, en la casona de Barranco donde funciona la agencia. No sabían hacerlo. Mientras tanto, hacían trabajar a seis videorreporteros, en realidad practicantes. Hasta entonces, no había un plan de negocios. Seguían la lógica de que Internet es el futuro, nada más. Pero la web tenía varios anunciantes: la universidad San Martín, Alicorp, el restaurante Montecristo, Tortas Vlady, un distribuidor de Mobil. Los ingresos cubrían casi todos los gastos de los reporteros. Era poco, pero constituía un signo de que en otras condiciones podían aumentar.
—En ese momento dijimos: a la mierda con la televisión abierta —dice Hume.
El verdadero descubrimiento fue que la transmisión de noticias en vivo podía resultar muy barata. Hasta entonces los videorreporteros salían con su laptop y con su cámara a cubrir noticias, desde la calle metían un video de los sucesos a la laptop, editaban sentados en una banca, y con chips 3G de Claro o Movistar enviaban por Internet a la agencia el paquete editado. En algún momento se preguntaron si el envío por Internet lo podrían hacer al mismo tiempo que filmaban. Lo probaron.
Salió, pues, a la calle, un videorreportero cuya cámara estaba conectada a una laptop a su vez comunicada a una dirección electrónica. La filmación que hacía llegaba perfectamente a la computadora de Hume en la agencia. Caminaron por Barranco: la transmisión se mantenía. Se subieron a un bus y seguían en vivo. En un auto hicieron el recorrido del Zanjón, de subida y bajada… ¡y funcionaba!
No habían empleado ningún programa especial. ¿Qué les faltaba? Un presentador dando pase a un reportero, a otro y a otro. Era la base para transmitir. Ese es el camino, se dijeron. Un canal de noticias.
La transmisión tradicional en directo de un canal de televisión es cara. El equipo para emitir vía microondas —un hongo que debe estar inmóvil desde donde hablará el reportero—, más el aparato receptor, más el resto de aditamentos del sistema, cuesta unos US$ 300.000. Puede emplearse solo en Lima, pues en La Molina, por ejemplo, resulta interferido por el cerro. Si el canal desea transmitir desde provincias debe alquilar un "fly away" y pagar el alquiler mensual del satélite, unos US$ 8.000. En contraste, la cámara del videorreportero cuesta US$ 200 en Hiraoka, y su chip 3G, unos US$ 60 mensuales.
Pensaron que necesitarían solo siete videorreporteros, menos de los diez que tendría su competencia. Como transmitían en directo, no necesitaban regresar a los estudios para editar su nota, como hace el resto. Claro, la imagen nunca sería la misma que la de un canal que transmite vía microondas. Pero la diferencia de costos era abismal.
Y después se dijeron: si ya estamos en Internet, ¿por qué no podemos ir al cable? Hablaron con Telmex, y el acuerdo se concretó.
Fuente:Poder 360° - Lo que hay detrás del notiboom http://bit.ly/bbFFMh
(Yimber Gaviria, Colombia)
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