Managua, Nicaragua | elnuevodiario.com.ni
"Los periodistas nicaragüenses no le informamos a la población sobre la magnitud del terremoto.
Eso posiblemente duró 15 días. Las radios hondureñas y costarricenses estaban informando, así
como las cadenas de televisión mexicanas y estadounidenses", sostiene crudamente Manuel
Espinoza Henríquez
Por Matilde Córdoba |
Poco antes de las 10:00 pm del 22 de diciembre de 1973, Manuel Espinoza Henríquez estaba en el set del Canal 2 presentando el noticiero Extravisión, cuando se registró un sismo, que fue un preludio de la tragedia. "Señoras y señores, hay un temblor, no tengan miedo", recomendó el ahora veterano periodista, entonces con 33 años.
Extravisión, el noticiero más moderno en aquellos tiempos, empezó a transmitirse en vivo el primero de noviembre de ese mismo año en el Canal 2, y aquella noche estaba al aire una de sus ediciones cuando ocurrió el primer temblor.
"Lo único que me quedó fue decirle eso a la audiencia. Luego terminó el noticiero y como me sentía un poco acatarrado, me fui a tomar un refresco a la Calle Colón y después agarré para la casa", recuerda.
En ese momento, Oscar Miranda, entonces Gerente de Mercadeo del Canal 2, estaba en las instalaciones del canal buscando un cassette, porque necesitaba grabar imágenes de algunas fiestas que se celebrarían en la vieja Managua, por las festividades de Navidad. "Consideramos que el temblor era pasajero y nos fuimos a Cuadra Chamberlain. Luego al edificio FC y Reyes, que quedaba del Banco Nacional, media cuadra al norte".
"Un grupo tocaba marimba. Al llegar la medianoche estábamos alegrísimos, habíamos recogido para una hora más de marimba. De repente vino el estruendo; solo vimos que del edificio Pellas caían las verjas; con las marimbas abrimos las puertas", relata Miranda.
Danilo Aguirre Solís, entonces Jefe de Información del diario La Prensa, tuvo un presentimiento inexplicable aquella funesta noche. Durante toda la semana hubo protestas por la liberación de los presos políticos. Él y otros amigos, todos periodistas, solían acudir a las concentraciones para dar su apoyo y posteriormente se tomaban uno que otro trago.
Esa noche decidió no ir a la protesta ni a departir con sus colegas. "Tenía que hacer el resumen del año, de las mejores películas, etcétera, y estaba atrasado. Ya el doctor (Pedro Joaquín) Chamorro me estaba perentoriando (apurando), así que me quedé en el diario. Les dije que iba a llegar, pero no fui. Después llegó un amigo mío a pagarme unos reales que me debía. Pensaba ir a comprar un televisor que le iba a regalar a mi mamá", cuenta desde su casa en la Colonia Centroamérica, donde estaba cuando la vieja Managua murió.
Ese día el cronista deportivo Edgard Tijerino, entonces periodista deportivo de uno de los diarios nacionales, estaba celebrando la culminación de los estudios de Derecho de su primera esposa, Ruth.
"Como ambos nos sentimos cansados, decidimos llevar empacada la comida que compramos en el restaurante Lacmiel y salimos en mi motocicleta hacia nuestra casa en Bello Horizonte. El sismo nos impactó a una cuadra de la casa de mis suegros. El suelo se agrietó, los techos de las casas se desplazaron, y rápidamente se extendió el pánico. Pero lo más escalofriante fue darnos cuenta de que el Hotel Reisel se hundió, haciendo desaparecer el primer piso, donde funcionaba el Lacmiel. Nadie salió con vida", cuenta Tijerino.
A Manuel Espinoza Henríquez y a Danilo Aguirre Solís, el terremoto los tomó en la cama. Previendo alguna tragedia, Aguirre Solís aleccionó a sus hijos mayores sobre cómo actuar en caso de que se registrara un sismo de mayor fuerza. Espinoza Henríquez, en cambio, se durmió tranquilamente mientras su esposa empacaba regalos de Navidad.
¿Cuándo volvieron al aire?
El dueño de radio Corporación, Fabio Gadea Mantilla, relata que el 22 de diciembre esa emisora cerró programación a la medianoche, como solía ocurrir, una hora después de concluido el noticiero "10 en Punto".
El terremoto dejó fuera del aire temporalmente a la popular emisora radial. "Se cayó el estudio, las paredes, era una casa muy vieja ubicada en la Calle Candelaria, en la Editora Nuevos Horizontes, de María Teresa Sánchez, una casa de cultura que alquilamos porque estaba desocupada".
"La radio estuvo fuera del aire unos dos días porque la planta transmisora no sufrió nada debido a que estaba situada en Sabana Grande. Del sitio que se derrumbó pudimos sacar una consola, algunos aires acondicionados y transmitimos en forma crítica desde las plantas", recuerda Gadea Mantilla. Primero se reubicaron en Bello Horizonte y luego en Ciudad Jardín, donde todavía permanecen.
Información del impacto provino del exterior
"Los periodistas nicaragüenses no le informamos a la población sobre la magnitud del terremoto. Eso posiblemente duró 15 días. Las radios hondureñas y costarricenses estaban informando, así como las cadenas de televisión mexicanas y estadounidenses", sostiene crudamente Manuel Espinoza Henríquez.
"Grabamos tres, cuatro días después. No teníamos sentido del archivo, como no había noticiero no nos interesaba grabar. Cuando recuperé mi cámara anduve tomando fotos, hay fotos de la destrucción, pero no del día y la hora del terremoto", prosigue.
La Prensa se derrumbó. "La máquina de La Prensa era un armatoste de una cuadra de distancia, tres pisos de puro acero y hierro. Estaba pegado a donde hoy es el INSS, del actual edificio de Telcor, un poco más hacia abajo", recuerda Danilo Aguirre Solís.
La rotativa del oficialista Novedades, en cambio, era muy antigua pero fácil de desmontar, "por eso se pasó a la Colonia Mántica, donde estuvo hasta el triunfo de la Revolución", agrega.
Todos los noticieros de la afamada Radio Mundial se fueron a otras radios. "La mayoría de la gente de radio se fue. No hubo una cobertura nacional de los periodistas para informarle al país sobre lo que había sucedido en Managua. Hubo documentales posteriores, pero imágenes del Mercado San Miguel ardiendo no hubo, ¡eran dos manzanas ardiendo! No existen imágenes. El drama de sacar 10,000 muertos de los escombros no está reportado con imágenes. Nadie lo hizo. Hay algunas tomas del pillaje, ¿cuándo fue? Tres días después", insiste Manuel Espinoza Henríquez.
Todos los noticieros de la afamada Radio Mundial se fueron a otras radios. "La mayoría de la gente de radio se fue. No hubo una cobertura nacional de los periodistas para informarle al país sobre lo que había sucedido en Managua. Hubo documentales posteriores, pero imágenes del Mercado San Miguel ardiendo no hubo, ¡eran dos manzanas ardiendo! No existen imágenes. El drama de sacar 10,000 muertos de los escombros no está reportado con imágenes. Nadie lo hizo. Hay algunas tomas del pillaje, ¿cuándo fue? Tres días después", insiste Manuel Espinoza Henríquez.
La popular Radio Mundial, entonces con cobertura nacional, volvió al aire al mediodía del 23 de diciembre a través de un transmisor de 10 kilos ubicado en Las Piedrecitas. Según Espinoza Henríquez, quien tenía un noticiero en esa emisora, lograron instalar una consola y pegarla al transmisor. Sin embargo no brindaban noticias, sino servicios sociales. Colaboraban al reencuentro familiar o a informar si seguían con vida o no.
La Radio Nacional no estaba funcionando porque el edificio se cayó. La Estación X, propiedad de Somoza, estaba en el mismo edificio que Novedades, que también se derrumbó. Lo mismo ocurrió con la Unión Radio.
Somoza emitió un decreto orientando y forzando una cadena nacional; la misma se mantuvo vigente hasta enero de 1973 en las radios y en los dos únicos canales de televisión, hasta finales del mismo año.
La Prensa salió nuevamente a circulación hasta el primero de marzo de 1973. Ese día Nicaragua se informó detalladamente sobre la muerte de una capital alegre.
La Prensa salió nuevamente a circulación hasta el primero de marzo de 1973. Ese día Nicaragua se informó detalladamente sobre la muerte de una capital alegre.
"'Y he aquí hubo un gran terremoto y el Sol se puso negro como tela de silicio y la Luna se volvió toda como sangre'. El sexto sello del Apocalipsis se abría sobre Managua...", escribió Danilo Aguirre Solís en la crónica titulada "Managua murió cantando".
"La radio (Corporación) estuvo fuera del aire unos dos días, porque la planta transmisora no sufrió nada debido a que estaba situada en Sabana Grande".
Fabio Gadea Mantilla
"El sexto sello del Apocalipsis se abría sobre Managua..."
escribió Danilo Aguirre Solís en la crónica titulada "Managua murió cantando".
FUENTE
http://www.elnuevodiario.com.ni/especiales/271321-callaron-radios
NOTA: Hay mas fotos en el enlace de la fuente.
Via Yimber Gaviria
https://twitter.com/Nxdelaradio
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