"…nada es verdad ni es mentira;
todo es según el color
del cristal con que se mira".
Ramón de Campoamor
El periodismo en México, aunque apasionante, suele ser ingrato y lleno de sinsabores: se sacrifica a la familia y los amigos, se descuida la salud y la alimentación, y se pone en peligro la vida en algunas coberturas riesgosas. Todo con el afán de informar.
Pero también brinda oportunidades únicas, y a mí me ha regalado una de las experiencias más importantes en mi carrera como reportero: viajar a Beijing y trabajar en Radio Internacional de China (CRI).
Y aunque tengo poco más de dos meses laborando en el moderno edificio de la avenida Shijingshan, en el barrio de Babaoshan, aún hoy me parece un sueño.
Entrar a las instalaciones de CRI es como entrar a la ONU: hay decenas de expertos extranjeros, que colaboran para que la señal de radio e Internet pueda ser escuchada y consultada en 59 idiomas. Ello me ha dado la oportunidad de conocer a personas de Pakistán, Sudán, Israel, Italia, Brasil, Estados Unidos, India, Nepal y Turquía, entre otros países, con los que he podido intercambiar impresiones con mi inglés e italiano elementales. Sin duda, una vivencia enriquecedora.
El Departamento de Español de Radio Internacional de China no es como las redacciones mexicanas de medios de comunicación, donde el bullicio y el estrés es el pan de todos los días. Por el contrario, mis colegas chinos son apacibles y tímidos, pero creo que se han adaptado a mi efusiva forma de ser, the mexican style, como lo definen algunos amigos extranjeros.
Debo decir que estoy sorprendido. No sólo he encontrado compañeros jóvenes, cálidos e inteligentes, sino también muy profesionales y con un excelente nivel de español, que les permite hacer locución de alta categoría y traducir al idioma de Cervantes las maravillas de su cultura. Su buena formación universitaria y juventud, me han dado el caldo de cultivo perfecto para explotar todas las posibilidades del periodismo. Y explico el porqué.
Desde que llegué a Beijing no he hecho otra cosa que asombrarme con su cultura, comida, tradiciones y arquitectura, mezcladas con lo ultra moderno. Es una urbe cosmopolita que da la sensación de estar en un gran jardín, llena de flores y lagos. Sin embargo, la imagen que se tiene del país asiático y su capital en el exterior, difiere mucho de la realidad.
Así que un día le propuse al profesor Hu Min, director del Departamento de Español, iniciar un proyecto con los compañeros más jóvenes y con menor experiencia, en el cuál, a través de relatos periodísticos, le contáramos al mundo hispanohablante el trajín cotidiano de la ciudad. Así nació "Crónicas de Beijing", un programa que refleja el día a día de los principales actores de la metrópoli: las personas comunes y corrientes.
Y el proyecto comienza a dar frutos. Mis jóvenes colegas, traductores de profesión y periodistas en ciernes, asimilan todos los días lo poco que puedo enseñarles sobre el oficio reporteril; a cambio, me enseñan, con gran paciencia, todo sobre sus costumbres y su lengua.
Varios de ellos han realizado, por primera vez, entrevistas a embajadores, empresarios, artistas y personas comunes (que no menos importantes). Y ahora, los radioescuchas e internautas podrán disfrutar las narraciones de mis compañeros, a través de las ondas hertzianas o el ciberespacio. Y créanme, lo van a disfrutar.
Por supuesto, no todos los integrantes del Departamento de Español de CRI son novatos. También hay un buen grupo de profesionales curtidos por la experiencia de haber sido corresponsales en España, México y Argentina, que hablan y escriben el español mejor que muchos de mis compatriotas. De ellos intento aprender algo todos los días.
Esa combinación de maestría y juventud genera una programación de gran calidad, que viaja por la onda corta y el Internet a todos los rincones de América Latina, España y Guinea Ecuatorial, y a aquellas zonas donde el castellano es la lengua principal.
Y con estas líneas quiero hacer un reconocimiento a la labor que se realiza en una de las emisoras de Estado más importantes del mundo, y que, además, es mi nueva casa: Radio Internacional de China.
Fuente:
http://espanol.cri.cn/861/2009/12/17/1s190176.htm
Via Yimber Gaviria, Colombia
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