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Viernes, 11 dic (RV).- Este fin de semana se celebra en Roma –y con diversas actividades- la conmemoración del primer centenario de la premiación con el Nobel de la Física a Guillermo Marconi. Por este motivo esta mañana se ha celebrado un encuentro preliminar titulado Jornada Marconiana, en el ayuntamiento de Roma, donde el director de Radio Vaticano, Padre Federico Lombardi, recordó que la emisora del Papa es obra de Guillermo Marconi.
Haciendo un poco de historia, ha señalado que después del Tratado de Letrán entre la Santa Sede e Italia –año 1929-, nacía el nuevo Estado de la Ciudad del Vaticano y Pío XI imprimió vigoroso impulso a la edificación de las estructuras y al necesario funcionamiento del nuevo y pequeño Estado. Entre las iniciativas planteadas tuvieron un papel significativo las Telecomunicaciones.
Refiriéndose a la Radio del Papa, el P. Lombardi ha recordado que para tener capacidad propia de transmisiones radio, el Pontífice se dirigió al mismo Marconi, quien de modo espontáneo respondió con prontitud ofreciendo su ciencia y capacidad para dicha realización. Marconi contó con la asistencia del jesuita Padre Giuseppe Gianfranceschi, presidente de la Pontificia Academia para las Ciencias y estudioso de ciencias físicas. Nuestra emisora, fue inaugurada poco después en la Colina Vaticana y por aquel entonces estaba en grado de transmitir en onda corta aún a distancias transoceánicas, y se constituía en una preciosa si bien pequeña joya de técnica para aquel tiempo.
Sin embargo, el también portavoz de la Sala de Prensa de Vaticano, ha querido precisar que el sentido de su contribución en este encuentro "marconiano" celebrado hoy en Roma no es tanto hablar de la realidad técnica de esta obra de Marconi, sino del significado, de los fines y del uso de ella, es decir actos que permiten poner en relieve una característica fundamental de la personalidad de Guillermo Marconi y de su obra: el deseo de servir al bien de la humanidad.
Entre estos servicios se coloca, tal como el jesuita portavoz ha indicado, la posibilidad que la radio podía ofrecer para auxiliar naves en dificultad, y a personas perdidas en áreas desiertas. Marconi con su aportación a las telecomunicaciones y con justicia había sido aclamado benefactor de la humanidad. "Considero un deber hacer notar –ha dicho textualmente- que para Marconi, los resultados positivos alcanzados para la comunidad humana no eran casuales o extraños a su compromiso, sino parte integrante de la profunda motivación de su búsqueda y de su compromiso de aplicación de los resultados de la investigación de nuevas técnicas de comunicación".
Éste gran horizonte humanístico e ideal asume también una nueva dimensión espiritual con la realización de Radio Vaticano, y su historia puede testimoniar –si bien con limitaciones- algunas de las inmensas potencialidades de los descubrimientos marconianos para el servicio de la humanidad.
La relación presentada esta mañana por Padre Federico Lombardi con motivo de las celebraciones marconianas en el Campidoglio de Roma, ha aludido también al primer mensaje radiofónico del Sumo Pontífice Pío XI cuya voz introdujo el inicio de una larga historia de transmisiones de índole diversa. Desde los mensajes de paz hasta aquellos de reconciliación y servicio social, especialmente en períodos de guerra, mensajes que no sólo estaban dirigidos a los fieles de la Iglesia Católica sino a las personas de buena voluntad invitándolas, confortándolas, consolándolas. Favoreciendo el encuentro de familiares, o con el envío de mensajes de familiares a prisioneros.
Haciendo un poco de historia, ha señalado que después del Tratado de Letrán entre la Santa Sede e Italia –año 1929-, nacía el nuevo Estado de la Ciudad del Vaticano y Pío XI imprimió vigoroso impulso a la edificación de las estructuras y al necesario funcionamiento del nuevo y pequeño Estado. Entre las iniciativas planteadas tuvieron un papel significativo las Telecomunicaciones.
Refiriéndose a la Radio del Papa, el P. Lombardi ha recordado que para tener capacidad propia de transmisiones radio, el Pontífice se dirigió al mismo Marconi, quien de modo espontáneo respondió con prontitud ofreciendo su ciencia y capacidad para dicha realización. Marconi contó con la asistencia del jesuita Padre Giuseppe Gianfranceschi, presidente de la Pontificia Academia para las Ciencias y estudioso de ciencias físicas. Nuestra emisora, fue inaugurada poco después en la Colina Vaticana y por aquel entonces estaba en grado de transmitir en onda corta aún a distancias transoceánicas, y se constituía en una preciosa si bien pequeña joya de técnica para aquel tiempo.
Sin embargo, el también portavoz de la Sala de Prensa de Vaticano, ha querido precisar que el sentido de su contribución en este encuentro "marconiano" celebrado hoy en Roma no es tanto hablar de la realidad técnica de esta obra de Marconi, sino del significado, de los fines y del uso de ella, es decir actos que permiten poner en relieve una característica fundamental de la personalidad de Guillermo Marconi y de su obra: el deseo de servir al bien de la humanidad.
Entre estos servicios se coloca, tal como el jesuita portavoz ha indicado, la posibilidad que la radio podía ofrecer para auxiliar naves en dificultad, y a personas perdidas en áreas desiertas. Marconi con su aportación a las telecomunicaciones y con justicia había sido aclamado benefactor de la humanidad. "Considero un deber hacer notar –ha dicho textualmente- que para Marconi, los resultados positivos alcanzados para la comunidad humana no eran casuales o extraños a su compromiso, sino parte integrante de la profunda motivación de su búsqueda y de su compromiso de aplicación de los resultados de la investigación de nuevas técnicas de comunicación".
Éste gran horizonte humanístico e ideal asume también una nueva dimensión espiritual con la realización de Radio Vaticano, y su historia puede testimoniar –si bien con limitaciones- algunas de las inmensas potencialidades de los descubrimientos marconianos para el servicio de la humanidad.
La relación presentada esta mañana por Padre Federico Lombardi con motivo de las celebraciones marconianas en el Campidoglio de Roma, ha aludido también al primer mensaje radiofónico del Sumo Pontífice Pío XI cuya voz introdujo el inicio de una larga historia de transmisiones de índole diversa. Desde los mensajes de paz hasta aquellos de reconciliación y servicio social, especialmente en períodos de guerra, mensajes que no sólo estaban dirigidos a los fieles de la Iglesia Católica sino a las personas de buena voluntad invitándolas, confortándolas, consolándolas. Favoreciendo el encuentro de familiares, o con el envío de mensajes de familiares a prisioneros.
Via Yimber Gaviria, Colombia
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