POR JUAN O. TAMAYO
JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
Pedro Roig, director de Radio/TV Martí renunció el viernes tras más de siete años al frente de las emisoras del gobierno de Estados Unidos que transmiten a Cuba.
"Ciertamente que hemos conseguido los objetivos de suministrar las noticias y la información que el régimen comunista le niega al pueblo de Cuba'', escribió Roig, un abogado de 69 años, en su carta de renuncia.
Las dos estaciones han gastado un estimado de $500 millones transmitiendo programación de noticias y entretenimiento a Cuba pero han enfrentado quejas de poca audiencia, amiguismo y un periodismo prejuiciado.
Roig no estuvo disponible para comentar el viernes, y no se sabía quién pudiera sustituirlo, aunque se reportó que varios candidatos estaban buscando apoyo de terceras partes.
"Por la presente estoy sometiendo mi renuncia al cargo de Director de la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB), efectiva el 1ro. de septiembre del 2010 o a la conveniencia de la Junta'', escribió Roig a sus supervisores.
La carta de Roig menciona una serie de logros de las emisoras, desde aumentar la fuerza de la señal de Radio Martí hasta la modernización de los respectivos sitios de internet y la ampliación de capacidades de transmisión por avión y satélite para las transmisiones por televisión.
Una encuesta realizada de abril a mayo entre cubanos que se hallaban en sus primeros seis meses de llegada a Estados Unidos, mostraba que 43 por ciento dijo haber escuchado a Radio Martí y 6.5 por ciento dijo haber visto TV Martí, añadió la carta.
La carta estaba dirigida a Walter Isaacson, presidente de la Junta de Gobernadores de Transmisiones, la agencia que supervisa las transmisiones internacionales del gobierno estadounidense, como la Voz de las Américas (VOA).
Su renuncia se produce una semana después de que el periodista Rui Ferreira escribiera en su blog Herejías y Caipirinhas que Roig había sido despedido.
Roig lo negó tajantemente pero, en privado, reconoció estar agotado con el trabajo y las presiones sobre el presupuesto de las estaciones.
Las dos estaciones han sido controversiales desde su fundación --la radio, en 1983 y la televisión, en 1990-- con el propósito de quebrar el monopolio del régimen cubano sobre las noticias en la isla.
Cuba interfiere las transmisiones de TV Martí por aire pero la estación también transmite por satélite, y la radio transmite en AM así como en frecuencias de onda corta.
En mayo, varios senadores demócratas aconsejaron trasladar las oficinas de Miami a Washington y que sus operaciones se fundieran con la VOA debido a su escasa audiencia en la isla.
"Es decepcionante que, tras 18 años, Radio y TV Martí no hayan podido penetrar significativamente en la sociedad cubana o influir en el gobierno cubano'', afirmó el senador John Kerry, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
El año pasado, un grupo de importantes disidentes cubanos envió una carta a Washington criticando la programación de la estación y quejándose de que no se estuviera cubriendo suficientemente bien las actividades de la oposición en la isla.
"Nosotros esperamos que se haga un análisis de todo lo que ha sucedido porque la programación es tan mala y tan poco interesante para el pueblo cubano que nadie la escucha'', afirmó el disidente Vladimiro Roca durante una entrevista telefónica con El Nuevo Herald.
La Fundación Nacional Cubano Americana también criticó las estaciones este año, alegando que la audiencia había disminuido debido a la mala calidad de la programación.
Desde hace tiempo, miembros del Congreso críticos de las transmisiones han estado tratando de rebajar el presupuesto de las emisoras y, en agosto del año pasado, Roig recortó 35 empleos, o 22 por ciento de su personal. Unos 20 empleados fueron despedidos y los otros fueron salidas voluntarias y puestos vacantes.
Un informe del Congreso publicado en el 2009, y basado en una encuesta hecha por teléfono desde Estados Unidos, indicó que menos del 1 por ciento de los cubanos escuchaba o veía las transmisiones.
Roig respondió que los cubanos temían demasiado al gobierno para hablar abiertamente por teléfono sobre lo que oían cuando esto implicaba a emisoras de Estados Unidos.
A través de los años, varios reportes del Congreso también se han quejado de que las estaciones no se adherían a los estándares periodísticos de Estados Unidos o la VOA y que sus transmisiones eran demasiado políticas.
Los funcionarios de la estación también han sido acusados de amiguismo.
José Miranda, un ex director de programación, fue condenado a dos años de prisión en el 2007 por cargos de haber recibido sobornos de una compañía de producción de televisión a cambio de contratos con TV Martí.
Pero un informe del 2007 de la Oficina del Inspector General del Departamento de Estado afirmó que había pruebas anecdóticas de que la audiencia estaba creciendo y calificó a Roig como "el director más efectivo de la estación'' en su historia reciente.
La carta de Roig agradece a los miembros cubanoamericanos del Congreso su firme apoyo a las operaciones de la estación, incluyendo al demócrata Robert Menéndez, y a los republicanos Lincoln y Mario Diaz-Balart, Ileana Ros Lehtinen y Albio Sires.
"Han luchado por la misión de Radio y TV Martí con total devoción'', escribió.
Al observar que había llegado a Estados Unidos en 1960 "como un joven exiliado de Cuba'', Roig escribió en su carta que estaba "orgulloso de haber servido al pueblo americano''.
"Espero que mis esfuerzos en Radio y TV Martí hayan ayudado a promover la causa de la libertad en mi querida Cuba'', precisó.
Fuente: Pedro Roig renuncia a la dirección de Radio/TV Martí http://bit.ly/cfbuwn
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